En la actualidad existen dos aplicaciones diferentes para la implementación de paneles solares fotovoltaicos. Sistemas aislados o sistemas interconectados.

El sistema aislado es aquel que como su nombre lo dice es totalmente independiente de cualquier otra fuente de energía. En términos simples, lo que caracteriza a un sistema aislado es el uso de baterías.

Por otra parte existe la modalidad de interconexión misma que consiste en trabajar en conjunto con la red de CFE. En esta alternativa se suprime el uso de batería o cualquier método de almacenamiento de energía ya que pasa a ser un almacenamiento virtual y nos limitamos a “comprar y vender” energía de la red.

En el esquema de interconexión existen tres tipos diferentes: Net Metering, Net Billing y venta directa, aunque este tema es por sí mismo otro blog extenso que habrá que realizar próximamente. De momento sólo quédate con la idea de que la interconexión solo busca un ahorro en el recibo y no cumple con ninguna otra funcionalidad.

Debemos de partir por entender que ambas alternativas son buenas, pero van enfocadas a  solucionar diferentes cosas. En la mayoría de las instalaciones que tengan  cercanía con CFE es casi seguro que te convenga optar por la opción de interconexión.

¿Cuál alternativa es mejor?

A pesar de que los inversores de interconexión son más costosos que los de tipo isla, el sistema en general resulta más barato ya que evitas invertir en un banco de baterías y te limitas a diseñar de acuerdo a los consumos anuales promedio (no hay manera de fallar) en el peor de los casos te llegará el recibo un poco más alto de lo pronosticado.

Respecto a los sistemas isla es más complicado llegar a un dimensionamiento ya que no puedes solo cotizar un consumo promedio, debes forzosamente anticipar el peor día de consumo y el peor día de producción por condiciones climáticas, además de los factores de seguridad (créeme que no quisieras quedarte sin electricidad un par de días o en medio de algún evento importante). Este tipo de proyectos se justifica sólo cuando CFE no es accesible por la lejanía. Ya que llevar la energía hacia tu lugar podría resultar costoso cuando la infraestructura no es suficiente.

El tema de las baterías también resulta crítico ya que la vida útil de las mismas es de entre 2 y 7 años aproximadamente, suponiendo que las cuidas bien.

También existen los sistemas aislados interactivos con la red, también denominados “híbridos” (cabe aclarar que está mal empleado el término, pero se ha vuelto común en la industria). Estos sistemas resultan más costosos que los otros dos sistemas, pero resuelven tanto el ahorro del recibo de CFE como el respaldo de energía para aquellos días en que la red de CFE está fallando. Podrías ser el único vecino de la cuadra con energía eléctrica.

En resumen los sistemas interconectados son los más rentables, los sistemas aislados son viables en lugares donde la red de CFE no llega y los sistemas “híbridos” aunque de momento son costosos por ser una tecnología que no se ha adaptado de lleno en el mercado no deja de ser una buena opción. Con la ayuda de un buen planteamiento podría justificarse ese sobrecosto. Todo depende en que tan seguido se te va la energía eléctrica y las implicaciones económicas que tiene (pensando más en negocios que en casas) o que tan importante para ti es volverte el vecino más popular de la cuadra cuando falle el transformador de CFE.

by: Ing. Álvaro Hinojosa Escobar

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